Paloma con Carpeta. Un nuevo infrahéroe ha llegado a la ciudad

¿Quién o qué soy yo? Respuesta corta: una paloma; respuesta menos corta: una paloma con carpeta. Empecemos por el principio: ¿cómo demonios llegó una paloma a tener una carpeta? Para averiguarlo acompáñame a ver esta absurda historia.

Mi nombre es Skinner Carpeta, un placer. El motivo de por qué me llamo así y no pájaro o prrrrrr prrrrrr corresponde a otra historia que en algún momento contaré. Hasta hace muy poco me dedicaba a hacer lo mismo que hacen todas las palomas: engullir, hacer ruidos desagradables, copular y defecar por toda la ciudad.

Pero un día, atraído por un rastro de palomitas, llegué a un cine de barrio al aire libre. En la pantalla de esta sala improvisada tenía lugar un documental: Encuentros en el fin del mundo de Werner Herzog. Al llegar al recinto me encontré con que, en ese mismo instante, se proyectaba la peripecia de un pingüino sin igual:

El pingüino solitario y audaz que inspiró a Skinner Carpeta.

No pude sino observar con entusiasmo esta escena. Ese animal aguerrido se adentraba solo hacia el peligro. Esto me inspiró e hizo crecer en mi la idea de que debía buscar mi propio destino. Yo también quería destacar y ser único; mi vida no podía consistir sólo en comer, cagar y copular. Mi existencia de paloma necesitaba un sentido.

A la mañana siguiente me encontraba en la ventana de siempre. Tras regalarle al dueño de la casa y a su fachada toda una variante multiforme de excrementos, me puse en marcha hacia mi nuevo proyecto inspirado por aquel valiente pingüino. Antes que nada, y como era costumbre, emití los clásicos ruidos desagradables para intentar seducir a alguna paloma despistada. No obteniendo resultados favorables, dejé mi cortejo matutino y me fui a desayunar a otra parte.

Llegando desde lo alto al sucio suelo, me posé en una céntrica calle por donde transitaba mucha gente. Ya en el adoquinado y a la expectativa de comida, unos individuos me llamaron la atención. Estos portaban carpetas que no soltaban bajo ninguna condición. No paraban de moverse de un lado a otro insistiendo en establecer contacto con los viandantes. Pero el gentío circundante les huía como huye paloma de halcón.

El tiempo pasaba y yo no había desayunado. Estuve un rato anonadado observando a dichos sujetos con carpetas. Tal era mi impresión que había a mi vera pan pisado con chocolate y ni me lo quise comer. No podía dejar de contemplar con asombro como trabajaban y la manera en la que captaban a la gente. Los motivos que esgrimían para ello eran muy variados: desde «necesitas un seguro de vida», a «¡vota a x!» o «¡cree en y!»; hasta «hazte socio de».

Pero de todo lo contemplado algo me llamó sobremanera la atención: la perseverancia del que cree en algo y, a pesar de las circunstancias (y de ser un poco pesados), va a por todas. Era sin duda un trabajo hercúleo que pocas veces recibía la recompensa merecida.

Tras recapacitar sobre lo ocurrido un pensamiento se me impuso de forma clara y contundente: «¡aquí está mi destino!», me dije.

En ese mismo instante cogí un trozo de cartón azul que por allí había, lo llené de hojas blancas y lo llamé «mi carpeta». Dentro de ella guardaría toda idea que se me ocurriese (por muy absurda que fuera).

A partir de ahora tendría un objetivo en mi vida: el intento de captar para la «causa carpeta» a todo tipo de persona, animal, planta, extraterrestre (o intraterrestre) amante de la filosofía, las anomalías y de cualquier parcela de la cultura freak.

De esta forma nació este proyecto como el intento de compartir con otros «pingüinos solitarios» el entusiasmo por los libros, la filosofía, los videojuegos, el cine, la cultura, la comedia, el pan pisado con chocolate o las palomitas con caramelo.


Tras haberte contado, brevemente, mi historia aún queda una pregunta por responder:

¿Quién o qué soy yo?

Y la respuesta que te puedo dar, querida y querido lector, es que soy una paloma con carpeta que crea, recopila y comparte lo que se le ocurre.

Bien. Ahora que tengo tu atención: ¿tienes un segundo para echarle un vistazo al contenido de este averno en forma de blog?

Tu paloma favorita (¡prrrrrr prrrrrr!):
Skinner Carpeta.

¡COMENTA lo que quieras en la caja de comentarios! Estoy deseando leerte.

(NO es necesario rellenar el campo CORREO)

Por Skinner Carpeta

Si te gusta la filosofía, los libros, el humor absurdo, los videojuegos, el cine, las series y mil cosas freak más... estás en tu casa.

4 comentarios

    1. Fantástica secuencia de Westworld. Para reflexionar. ¿Crees que el ser humano esta predeterminado por un «algoritmo complejo»? ¿No puede cambiar? ¿Qué nos diferencia, entonces, de las máquinas o de los animales (si nos diferencia algo)? Muy interesante.

    1. Se viene tremenda epopeya suma de épica y absurdo. Todo comienza con la adquisición de la carpeta, pero… ¿que sucederá después? ¿de donde proviene que nuestra paloma se llame Skinner? ¿quien es ese tal IA-Paul?

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *